¿Sabías que una de las formas más comunes de sufrir un robo de datos es por el uso de contraseñas débiles o repetidas?
Una contraseña segura es tu primera barrera de protección frente a accesos no autorizados, ataques de fuerza bruta y robos de identidad.
¿Por qué es tan importante usar contraseñas fuertes?
Los atacantes utilizan técnicas automatizadas para probar miles de combinaciones por segundo. Si tu contraseña es algo como “123456”, “qwerty” o tu fecha de nacimiento, estás facilitando mucho el trabajo a los ciberdelincuentes.
Buenas prácticas para crear y gestionar contraseñas seguras:
- Usa al menos 12 caracteres, combinando letras mayúsculas, minúsculas, números y símbolos.
- Evita palabras comunes o datos personales (nombres, fechas, mascotas).
- No reutilices contraseñas entre diferentes cuentas.
- Cambia tus contraseñas periódicamente, especialmente si sospechas que han sido comprometidas.
- Utiliza un gestor de contraseñas para almacenarlas de forma segura y generar claves fuertes.
Ejemplo de contraseña débil vs. contraseña fuerte:
- carlos2020 (fácil de adivinar)
- Dk#72mQw@pX!9eLz (difícil de romper)
Activa la autenticación en dos pasos (2FA)
Incluso si alguien logra adivinar tu contraseña, la autenticación en dos pasos añade una capa extra de seguridad. ¡Actívala siempre que sea posible!
Recuerda: tu contraseña puede ser la única cosa que impida que alguien entre a tus correos, archivos personales o cuentas bancarias.
Haz que sea fuerte. Haz que sea segura.